Etiquetas RFID: qué son, funcionamiento y aplicaciones

La tecnología RFID (Identificación por Radio Frecuencia) es un sistema de comunicación inalámbrica entre un lector y un emisor a través de señales de radiofrecuencia y que cada vez es más usada para mejorar la trazabilidad, catalogar, localizar e identificar todo tipo de objetos y productos, ya que permite incluir una gran cantidad de datos asociados con un producto.

Qué es una etiqueta RFID

Las etiquetas RFID o etiquetas de identificación por radiofrecuencia son un tipo de etiquetas con un adhesivo que tiene incorporado un chip al que se le añade la información que sea necesaria para cada tipo de uso. Son especialmente útiles para detectar y localizar productos de forma inalámbrica a distancia y garantizar su trazabilidad.

Funcionamiento de las tags de radiofrecuencia

Un receptor envía una señal dentro del radio de alcance de la etiqueta y cuando la etiqueta lo recibe, esta lo envía la información al lector para que pueda trasmitirla según este programado a un ordenador u otro dispositivo para el almacenamiento y gestión de datos para poder ser interpretados.

Tipos de etiquetas RFID

Es necesario que estas etiquetas se impriman y se graben con impresoras especiales que se diseñan únicamente para esta función y hay de diferentes tipos:

  • Las etiquetas RFID pasivas son las más comunes y tienen este nombre porque no tienen una batería propia. Su alcance es corto (hasta 15 metros) y su mayor beneficio es que pueden ser de un tamaño muy reducido.
  • Las etiquetas RFID activas tienen batería propia y, por tanto, su autonomía es mayor y emiten la información que contiene su chip a largas distancias.
  • Las etiquetas semipasivas RFID son algo intermedio entre los tipos anteriores. Cuenta con una pequeña batería y mayor capacidad de memoria. Su punto fuerte es la rapidez de lectura con los dispositivos adecuados.

 

De qué están compuestas

Las pegatinas RFID tienen 3 elementos principales que deben ser de muy alta calidad para garantizar la funcionalidad de los elementos:

  • El IC es el circuito integrado o el transductor radio. Esta parte es la encargada de almacenar los datos y su capacidad es bastante limitada (lo más habitual son 128 bits).
  • La antena es la parte que emite toda la información desde el chip de la etiqueta al lector RFID que se utilice. Según el producto en el que se vaya a colocar la etiqueta RFID o la cantidad de tags a identificar se elegirá un tipo u otro de antena.
  • El material es la parte en la que van integrados todos los elementos, la etiqueta física en sí. Hay muchos materiales diferentes y, como la antena, se elige en función del uso que se le vaya a dar a la etiqueta y de las condiciones medioambientales a los que se vaya a exponer. Los más habituales con el plástico, la poliamida, el cartón y el papel.

partes etiqueta rfid

Qué aplicaciones tienen las etiquetas RFID

Las etiquetas RFID tienen multitud de aplicaciones y usos, muchos más de los habituales. Vamos a ver los más destacados y algunos menos frecuentes para ver toda su versatilidad.

  • Retail: en este sector, además de ser útiles para conocer en todo momento la situación exacta de los productos, como la ropa, y facilita enormemente la gestión de los inventarios que evita los problemas de stock. También son muy usadas como sistema antirrobo ya que solo se desactivan cuando pasan por caja y, si no es así, los arcos de detección saltarán en la salida de la tienda.
  • Gestión de la cadena de suministro: en el proceso de suministro, las etiquetas RFID ayudan a garantizar la trazabilidad gracias al automatizado y simplificado de los trabajos de identificación. Consiguen reducir costes y, especialmente, tiempo, por lo que aumenta la productividad.
  • Logística: gracias a estas etiquetas las grandes cantidades de mercancías pueden ser identificadas rápidamente y de una forma totalmente fiable. Reducen el tiempo de gestión de pedidos y de los almacenes porque la lectura se puede hacer de manera masiva.

etiquetas rfid logistica

  • Otras: la gestión y autentificación de documentos y libros es uno de los puntos fuertes de las etiquetas RFID. También se aplican en ámbitos deportivos para registrar movimientos y tiempos en carreras, por ejemplo.

 

Todas estas aplicaciones son útiles en muchos tipos de negocios como cadenas de montaje de automoción, acceso de trabajadores, control de tiempos en eventos deportivos, tiendas de alimentación o farmacias e, incluso, en hospitales o clínicas para marcar material que debe estar muy controlado. Aunque ya hemos visto que el control de stock y mercancías es su uso más habitual, podemos adaptar las etiquetas RFID a las necesidades de cada sector, no dudes en contactar con nosotros.